En Poza de la Vega, provincia de Palencia se celebró ayer la tradicional reunión de pendones en la que vienen participando habitualmente numerosos pueblos de León y Palencia. En esta ocasión Isar y Villorejo han sido invitados a asistir en representación de Burgos.
Han asistido José Luis Pardo, alcalde; Emiliano, teniente de alcalde y Toli, concejala de obras. Completaban la delegación: Fernando de Cañizar y Sindo y Pauli que se han encargado de registrar el acontecimiento. La organización daba todo tipo de facilidades poniendo a disposición de los pueblos transporte especial para llevar el estandarte y palos vacíos en el caso de que decidieran llevar solo la tela. Los nuestros optaron por llevar solo la tela. José Luis me resumía así su experiencia: «Para mi ha sido una experiencia muy gratificante representar a la provincia de Burgos con nuestro pendón. He trabajado bastante por mi inexperiencia ya que era la primera vez que lo llevaba. Lo más difícil era pasar tantos cables de la luz y teléfono y menos mal que no hacía viento. No pudimos poner la cruz en el de Villorejo porque no estaban preparados los herrajes. Una pena. El recorrido era de 3 km con los pendones levantados. Me han relevado como un km.»
La concentración quiso homenajear a las víctimas de la pandemia representadas en tres pendones negros y un minuto de silencio mientras las campanas tocaban a difunto. Los 3 km de recorrido estaban amenizados por dulzaineros y el repique de las campanas de Villalta que llevaron instaladas en un armazón móvil para reivindicar el toque manual de las campanas como patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Varias publicaciones se han hecho eco del evento:
A PROPÓSITO DE LOS PENDONES: Tienen su origen en la Edad Media. En aquellos primeros tiempos consistía en un trapo de color que utilizaban los caballeros pinchados en sus lanzas para indicar su presencia en las batallas ya que los ejércitos no iban uniformados. Con la evolución de villas y ciudades en la Baja Edad Media el rey empezó a conceder pendones a numerosos municipios de León y Castilla . El encargado de llevar el pendón había de ser un caballero designado expresamente para ello. Recibía el título de «pendonero». Pasaron a ser el símbolo y el orgullo del lugar.
Respecto de su simbología hay muchas teorías: Se cree que cada franja representaba una batalla ganada y en cuanto a los colores, el rojo representaba la adhesión al reino de León y el verde las batallas ganadas a los musulmanes.
En tiempos de paz no solo se siguieron usando en las festividades sino que cuando había que renovarlos se aumentaba su tamaño: el de Villorejo mide 5 metros y el de Isar 6
Respecto de la Cruz que corona el pendón existe la teoría de que se discutía sobre quien había de ir primero en las procesiones, si la Cruz Parroquial o el Pendón. Se solucionó poniendo una cruz en el extremo del mástil. De esa forma paso a ser un símbolo religioso que posteriormente se quiso relacionar con Cristo resucitado.
FOTOGRAFÍAS: Sindo y Pauli