Es de bien nacidos, ser agradecidos”
Eso es lo que queremos manifestar en esta introducción a nuestro segundo número de la revista.
Queremos agradecer a todos; y en especial a los que viven en Villorejo todo el año, su labor callada , su colaboración e ilusión, y cada uno de los pequeños detalles, que hacen que todos disfrutemos de nuestros jardines, nuestras calles, nuestro bar de la Peña, nuestras Fiestas, nuestra Iglesia y en definitiva de nuestro pueblo.
Las ” piedras” de los monumentos; de las casas; de nuestros pueblos, no son por sí mismas nada más que cosas sin “alma”. Son las personas que las habitan, que las cuidan , y en definitiva , las que viven en ellas, las que con su modo de ser, de hacer y de relacionarse con los demás las que les infunden su carácter, su sentir y su razón de ser.
Es precisamente ese espíritu de convivencia de las personas que viven en el pueblo todo el año, y el espíritu de colaboración y participación de todos los demás, lo que constituye de verdad el “alma “ de nuestro pueblo.