A raíz de la primera publicación sobre Mathias Sadornil hecha el 3 de marzo pasado en la que descubrimos que estuvo varios años desaparecido, Alberto ha seguido investigando en busca de algún documento que justificara su desaparición.  En su primera investigación se le pasó por alto un legajo (así se llama al conjunto de papeles sobre un mismo asunto que se guardan archivados y generalmente atados). Está compuesto de 9 hojas y fechado en 1760. El tema de dicho legajo es la Fundación de la escuela de Villorejo. Y el hecho concreto que motiva las 9 hojas es la denuncia de Mathias al alcalde del pueblo porque según sus palabras: movido de pasión me quito la escuela, dejándola perdida año y medio, y  después a puesto por maestro a un licenciado hijo de un consuegro suyo”.

En la declaración que hace ante el gobernador de Burgos explica que se fue a México a ver a su tío y que después de darle la bienvenida le preguntó por toda la parentela como también por el templo” del que dijo que era muy pobre y entonces le dio las alhajas que ya conocemos. Con el dinero y los regalos para la iglesia se embarca de vuelta para España a “su coste y riesgo” es decir, que él pagó todos los gastos. Pasó tantos trabajos  por esos mares tan largos que volvió tan pobre e impedido que no tiene como ganarse la vida. Afirma que en llegar a Villorejo entregó el dinero y los regalos para la Iglesia y que él quedó como Patrón y primer maestro para los niños de Villorejo y los de cinco leguas de alrededor. Habla también de unas heredades que se vio obligado a vender por la mala gestión del alcalde. No se entiende si son las suyas personales o las de la Escuela que también la considera suya.

Acaba su relato suplicando al gobernador se  digne favorecerle con mandar se le devuelva su escuela como también los réditos que tiene asignados de ella, así por el tiempo que la tuvo como el que estuvo suspendida.

Como vereis su declaración es muy ambigua. En  la carta de su tío tan solo habla de los niños de Villorejo para nada hace extensiva la fundación a los de otros pueblos. Tampoco da las fechas de embarque ni donde ha estado durante casi siete años. Da la impresión que pretende vivir de la escuela ya que exige los réditos y se llama a sí mismo fundador de una escuela que él ha abandonado nada más fundarla. Recordemos que cuando se realiza el censo del marqués de la Ensenada en 1753 ya aparece el noble Manuel Marquina, como maestro y administrador de las posesiones de la obra pía de la escuela. Mathias ya está desaparecido.

Pero lo mejor viene ahora: El gobernador de Burgos envía la declaración de Mathias al Gobernador del Consejo de Castilla que era quien tenía potestad para decidir en asuntos de esta índole. Dicho gobernador es también obispo de Cartagena. Este hombre lo que hace es mandar al cura de Palacios de Benaver como arcipreste que es de la zona, para que compruebe si lo que declara Mathias es verdad.

Y qué declara el cura? Pues que las alhajas que regaló el fraile están en la iglesia tal como dice Mathias. Y en lo referente a las escrituras dice que están en un archivo bajo tres llaves y una de ellas la tiene un sobrino de Mathias ya que el hijo que ejerció como maestro, durante 23 meses, fue declarado inepto para ese trabajo. También dice que ha visto las escrituras de la fundación y que están fechadas el 18 de abril de 1760 y y presentadas ante todos los organismos legales de Castilla y que en ellas solo dice que el maestro ha de ser hijo patrimonial del lugar y apto para el empleo, sin preferir a dicho Mathías ni a sus descendientes.”

Conclusión: Se han ignorado los deseos del fundador debido sin duda a la poca confianza que ofrecen para la fundación, tanto Mathias como su hijo. Como las primeras escrituras tan solo consistían en un acuerdo de todos los vecinos sin más protocolo que la presencia de un escribano, las anulan y escriben otras pero dándoles toda la autoridad que ofrecen los organismos legales.  Esto ocurre en abril y en setiembre, cuando Mathias reaparece, pone la denuncia.

No sabemos cómo acaba esta historia porque la hoja siete que debería tener la resolución del pleito para que el legajo estuviera completo,  tan sólo está el encabezamiento. Tampoco sabemos dónde ha estado desde finales del 1752 hasta setiembre de 1760. Esperamos que Alberto pueda encontrar lo que falta para cerrar esta historia.

DOCUMENTOS TRANSCRITOS POR:  Alberto López          LEGAJO 1760

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