Comenzaron nuestras fiestas, como indicaba el programa con un rastrillo solidario y una sardinada del Ayuntamiento para todos por la limpieza del pueblo. Entre preparar las mesas y la luz, rematar la exposición de colecciones y tener que ir a por la película, se me había olvidado traer, del rastrillo casi no me enteré y de las sardinas ni las olí. La película bien hasta que llovió.
Siguiendo la programación, la revista se repartió el miércoles y no el domingo. Por lo visto no había otro sitio en el cartel. Lo mismo que la exposición se inaguró el sábado y no el lunes. Brillantes bailes en la actuación del grupo de danzantes, chicos de Santa Cruz del valle Urbión y eso que alguno venía sin dormir.
Los disfraces ¡ay los disfraces! muy logrados. Pero pocos.¡QUE PASA!.
El teatro infantil más bien defraudó, pero bien. La peli la acabamos de ver, casi como Dios, el domingo. Acongojante, es decir muy buena. Del día de la Puzzlemanía puedo decir que algunos se empezaron a hacer y creo que se terminaron otros. Pero bien. El cuenta cuentos se nos acongojó los dos días, pero lo suplimos con Susana que nos puso unas pelis y nos llevo a ver las lágrimas de San Lorenzo, bueno estrellas fugaces. También bien. Un éxito el taller del pan; lástima que llegará un servidor cuando ya había finalizado, aún así me comí un poco de pan con chorizo. Y el baile ¡Inmenso! El grupo bien. Bailar, bailar… pues como casi siempre los mismos. ¡Pero como estaba la plaza! Había más de 22. Muy buen ambiente, bien la música y bien la noche. Bueno el chocolate y las sopas de ajo.
Las dianas no son el mejor despertador par el día grande, como en Bilbao, mucho mucho mucho sueño, mientras las dianas toman fuerza unos valientes asaltan el bar con escobas y fregonas, para dejar este y la plaza como un sol antes de misa. En la iglesia rosas veteranas y jilgueros, aún en el nido, nos deleitan con sus voces. Imposible dar una cabezada. La foto de recuerdo de don Agustín fue antesala del teatro de calle antes de comer, bajo un sol de justicia y nubes amenazantes pasamos un excelente rato. Muy bien. Las nubes y el fresco amenazaron la procesión, tanto que hubo que parar al pendón y la cruz por su velocidad. La lluvia nos ahogo un poco el teatro que, finalmente, se hizo en el almacén de la cope. Bien interpretada, pero no se si era el sitio o la obra, tal vez el listón demás de alto.
En algo nos equivocamos. Desgraciadamente del día San Roque sólo puedo hablar de la cena, cuestiones laborales, pero me han contado que el tren dio más vueltas que un tiovivo y que en general estuvo bien todo. La cena estuvo acompañada, como casi todos los años, de algo de fresco de Burgos. Fuimos unos pocos menos, tal vez por el fresco o el día de la semana. Se comió y bebió con moderación, sosiego y variedad. La sobremesa debiera haber estado amenizada con unos cuantos monólogos, pero, con altavoces y todo, sólo Martín se atrevió a contarnos algo de sus andanzas por Barcelona, además de unos chistes; también Angel nos hizo reir un buen rato y por supuesto la amenaza se cumplió.
El presi conto algunas anecdotas, chistes malos y hablo, hablo y hablo, como paro algo el fresco se repartieron botellas de cava y vino para reconocer a algunos cangrejos su aportación en las fiestas y demás eventos. Tambien dos de cava a todo el pueblo en general por su participación. Una breve alocución del alcalde y del presidente de la asociación cerraron la noche, aunque antes del final al presi se le olvidó que las jóvenes cantaban el himno de Villorejo y se realizó después. ¡Ah se me olvidaba! No nos faltó el sorteo de tres cositas, un melón, un regalo africano y un libro disecao. La recaudación de las papeletas fue entregada a don Agustín para que sea entregada a los fondos para el arreglo de los templos provinciales. El jamón se marchó corriendo, es decir alguien de fuera se gano la tuta.
Esto fue el sábado, problemas de agenda de la organización. Los juegos infantiles dieron paso al plato fuerte del día, el grupo de teatro de Montorio. Pasamos más de dos horas geniales, el montaje de las cortinas a modo de telón ya fue un espectáculo en sí. Nadie sabía que obra interpretaban, al final fue: “yo dos y tú uno”. Corta, intensa y desternillante aunque no se muy bien si por la obra o por la manera de interpretarla. Un preludio de gimnasia antes de y unas canciones y chascarrilos después, se llevaron la ovación más fuerte, sincera y alegre de todas la oídas. Este pequeño grupo de mujeres valientes, porque hay que serlo para subir a un escenario, les deseamos lo mejor y que vuelvan cuando quieran. La junta directiva dice que no piensa hacerlo mejor el año que viene, simplemente diferente. Un saludo El Presi.