Acabo de ver al Papa difunto en la capilla privada donde hay muy pocas personas, le he tocado las manos que han bendecido tanta gente, todavia estan calientes, os he recordado a todos los de Villorejo.
Està vestido con los vestidos liturgicos para celebrar siempre la liturgia en el Cielo. En la plaza San Pedro siguen rezando, la gente va y viene. En la Oficina estamos todos, mañana se celebra la Misa en la Plaza San Pedro.
Es un momento fuerte y emotiva la vida aqui en Vaticano. Lo que màs impone es la cantidad de gente de todos los paises que dan testimonio de un Gran Papa para la Iglesia y toda la humanidad.
Con afecto desde el Vaticano, hora 0,55 del 3 de abril de 2005
H. Trinidad Ruiz